Tanto Formentera como las islas que la rodean son conocidas por sus playas y sus aguas transparentes, pero si visitamos su interior y sus bosques podemos descubrir otro turismo, el turismo de a pie.
Hay zonas y paisajes que deben ser visitados para conocer realmente la belleza de la isla; uno de ellos por ejemplo és la subida a La Mola por las ruinas de un antiguo camino romano, u otras zonas de igual riqueza paisajísta.
Camino romano:

Se puede empezar la ruta en la zona de Es Caló en la parte baja de La Mola, ahí podemos empezar la ruta a pie por el bosque, que más adelante se ira acercando al acantilado, donde se puede disfrutar de una increíble vista general de la isla y sus costas, a medida que se avanza, encontramos zonas de interés como la cueva de Sa Ma Peluda y otras cuevas y rutas excepcionales. Finalmente se llega a la cima de La Mola donde se encuentra uno de los pueblos más pequeños y característicos de la isla.
Faro de La Mola:

El faro de La Mola esta considerado por muchos visitantes como un lugar mágico, y así lo describe el famoso escritor Julio Verne en algunas de sus obras. El faro de La Mola situado en la parte más alta de la isla sirve de guía obligatoria para innumerables navegantes que en el pasado y en el presente navegan por sus aguas disfrutando de la majestuosa vista que ofrecen los acantilados de la meseta. Aun así encontramos otro punto mágico en la isla, sobre guardado también por un impresionante faro que se alza desde tierra para iluminar el horizonte con su haz de luz, éste, es el faro de Es Cap de Barbaría.
Cap de Barbaría:

Es Cap de Barbaría, es un lugar paradisíaco formado por rocas, donde de unen una sensación de inmensa soledad y libertad. Es necesario visitar y andar este lugar para darse cuenta de su majestuosidad. Finalmente si llegamos a su límite vemos alzarse el faro, donde se puede disfrutar de una puesta de sol única, donde el mar y el cielo, se unen en tonos enrojecidos para formar el horizonte. Aun así, si seguimos con ganas de andar, podemos visitar a poca distancia del faro la torre de vigilancia, que en su momento, protegió la isla de invasores.
Sa Pedrera:

Podemos terminar la visita por costa en un lugar donde extrañas y curiosas formas de roca forman un desierto de piedra conocido como Sa Pedrera. De donde antes se habían sacado las piedras necesarias para construir ahora queda una extensión de malformaciones y canteras de roca, de gran interés turístico. Si tenemos la suerte de poder navegar por su litoral podremos disfrutar de vistas y acantilados cortados por magníficas cuevas semisubmarinas, a la vez, que vemos por completo la isla de Ibiza.
La Savina:

En La Sabina se encuentra el único puerto de la isla donde se puede pasear mientras se admiran gran cantidad de veleros y yates de lujo. Desde aquí podemos iniciar dos rutas de gran belleza; una por costa, donde admiraremos las mejores playas de la isla y otra por el interior, por una zona natural que solo se puede disfrutar a pie: S’entany Pudent.
Es Pas D’Es Trucadors:

Partiendo del puerto de La Sabina podemos alquilar un vehículo o también a pie, nos acercaremos hasta la playa de Illetas, ahí, empezaremos nuestro paseo a pie por una serie de playas pequeñas que unidas forman una punta que llega casi a tocar la isla de Espalmador. Podemos ir andando hasta su fin, contemplando el mar a ambos lados del camino, pudiendo siempre parar, a refrescarse en una de estas playas. Por el camino hasta Es Pas podemos disfrutar también de extrañas formaciones artificiales de roca, y otros objetos, huella del paso de los hippies y otros viajeros. Finalmente se llega al punto final del trayecto y contemplamos justo a poca distancia de la isla de Espalmador, la belleza de la naturaleza virgen.
S’Estany Pudent:

También partiendo del pueblo de La Sabina podemos emprender el camino hasta el monumento megalítico de Ca Na Costa. Si salimos de La Sabina en dirección Illetas, justo a la salida del pueblo vemos un gran estanque y un camino que se desvía rodeándolo por completo, si seguimos ese camino por el cual solo están permitidos los visitantes a pie o en bicicleta, para no molestar ni estropear el habitat de miles de aves que toman el estanque como punto de encuentro, podemos llegar hasta el pueblo de Es Pujols donde ya a poca distancia y observando las indicaciones podremos llegar a uno de los hallazgos arqueológicos más antiguos de la isla; el monumento de Ca Na Costa que fue descubierto el verano de 1974, y es considerado uno de los más importantes del patrimonio histórico de la isla.